¿Te has parado alguna vez a pensar en el significado de la palabra "entrega"?...Tal vez te has sentado delante de ella y quizá la has mirado con curiosidad,con miedo.O quizá la has observado sin entenderla demasiado,e incluso cuestionado y echado de tu vida...
Entregar, en latín integrāre, significa restituir a su primer estado.
Tal vez necesitamos mucho de esta palabrita para ser felices. Necesitamos relacionarnos con los demás, entregarnos a ellos. Pero más allá de todo esto, estamos llamados a entregarnos a Dios. Cada día, el Señor nos llama a su Amor, a un abrazo donde no hay límite porque Dios es infinito. Él es la fuente y la meta de todos nuestros anhelos. Si nos abandonamos y confiamos toda nuestra vida en Dios, seremos ablandados, modelados, llenados y puede que usados para bien de muchos,amando a los demás como Él nos amó.Y en esto encontraremos nuestra alegría.
"Cuando el amor os llame, seguidlo, aunque sus caminos sean agrestes y escarpados.
Y cuando sus alas os envuelvan, dejadlo,
aunque la espada oculta en su plumaje pueda heriros.
Y cuando os hable, creedlo,
aunque su voz pueda desbaratar vuestros sueños
como el viento asola vuestros jardines.
Porque así como el amor os corona, así os crucifica.
Así como os agranda, también os poda.
Así como sube hasta vuestras copas y acaricia
vuestras más frágiles ramas que tiemblan al sol,
también penetrerá hasta vuestras raíces
y las sacudirá de su arraigo de la tierra."
(Kahlil Gibran, The Prophet)
